sábado, 8 de octubre de 2022

Un reencuentro, pensamientos y para adelante

Hoy vuelvo a escribir de nuevo, luego de 7 largos años y creo que muchos más. Ahora mismo mi mente es un mundo de ideas, tantas que no sé por dónde empezar y, es más, aún no tengo el título de este blog (algo que el Andrés del pasado ya lo tuviese previsto, pero bueno, uno va cambiando). Tengo algo muy presente siempre que pienso en volver a escribir y es que se me quedaron grabados algunos consejos de una amiga y una tutora: retoma lo que te gusta... y bueno, escribir era una parte muy constante de mi vida (que no retomé, no sé muy bien por qué). Pensándolo bien, creo que sí sé cuál fue la razón y es que de un momento a otro, eliminé todo mi pasado escrito (por un arrebato que si siguen leyendo, lo podrán deducir); eso hizo que se me fueran las ganas de volver a escribir, pero todo cambió cuando encontré, gracias a una web que guarda "screenshots" de webs pasadas, varios blogs que escribí (aunque no pude recuperar ni el 80% de ellos) y me animaron a volver a blogger.

Mi vida cambió mucho, demasiado diría yo... leo a mi yo del pasado y veo un cambio gigantesco, ni bueno ni malo, simplemente diferente. Aunque algo si debo admitir, por razones del amor principiante, perdí grandes amistades que, en la mayoría de casos, no se pudo volver a ser como antes. Fui muy dependiente del amor y siempre vivió en mí una depresión que me hacía tirar la toalla fácilmente. Hoy en día es diferente, acepto que aún sigue esa depresión latente, pero que ya no se apodera de mi como lo hacía antes... Luego de estar 5 minutos pensando, creo que este último punto será un buen punto de partida para retomar la escritura.

La primera depresión. La recuerdo muy bien, fue técnicamente mi segunda enamorada (aunque siempre dije que fue la primera, porque estuvimos más de un año). Creo que fue una relación poco madura, en el sentido de que uno va aprendiendo de sus experiencias y bueno, esta fue la primera, ejem, segunda experiencia en el amor. Cuando la relación terminó, mi mundo se vino abajo y mi único refugio fue un juego online, donde conocí a gente maravillosa y que aún los tengo presente. Recuerdo que falté todo un año a la universidad, porque era un espacio que me traía pura tristeza y que no podía soportar... juro que lo intenté, hasta recuerdo ir a dar un examen y, con las justas, escribir mi nombre en él. Durante todo ese periodo, no tuve el valor o fuerza de contarle la verdad a mi papá, aunque al final se fue enterando porque jalé todos mis cursos y, aunque recuerdo que fue un poco difícil, tuve siempre todo su apoyo para salir de ese hoyo en el que caí. Para resumir esta etapa: fui donde una psicóloga, me tomé un tiempo fuera de la universidad e hice otras actividades como aprender a conducir y aprender inglés; luego de ello, pude retomar la universidad, a paso de tortuga, pero salí adelante.

La segunda depresión. Esta fue algo "reciente" y me pegó diferente. Fue una época muy confusa, ni yo sabía lo que quería al 100%. Terminé una relación que ya me estaba afectando y decidí que ya no quería sentirme mal... pero no, no me deprimí por eso. Luego de dos (tres) relaciones terminadas, mi mente había cambiado y quería enfocarme más en mi. Estaba en un nuevo trabajo y conocí personas maravillosas, personas que quise mucho, personas que, indirectamente, me hicieron mucho daño y conocí a un Andrés que, tratando de recordar, hizo también mucho daño, no solo a sí mismo sino a los demás. En fin, volviendo al tema central... por ese tiempo, tuve una relación no muy sana, que no terminó nada bien, pero que me afectó mucho, porque empecé a lastimarme a mi mismo... nada grave en intensidad, pero sí, me hacía daño en mis manos y brazos... creo que pocas personas lo supieron y gracias a quienes lo supieron y me apoyaron en esos momentos, en especial por los abrazos que recibí. Volví nuevamente con otra psicóloga que me ayudó a darme cuenta de lo que estaba pasando y, por suerte, tuve amistades que siempre estuvieron ahí... por lo que sí, pude salir adelante nuevamente.

La tercera depresión. La depresión latente. Me da de vez en cuando, es muy leve, pero trato de manejarlo con la comida (malísimo error je)... no sé si tiene una raíz, probablemente sí y creo que un gran paso es escribir sobre ella. Esta depresión me ha acompañado en varias etapas, es la que me hacía no levantarme de la cama, no bañarme, atragantarme de comida, faltar a los estudios, faltar al trabajo y en fin, tantas cosas más. El Andrés del pasado es quien más sufrió con esta depresión, quizá porque no había motivo o razón para dar más de mi. Hoy ya lo entiendo, al menos un poco, y es que ese motivo o razón soy yo, es mi familia, son mis amistades, es una vida justa para todo ser sintiente y es, sobretodo, mi nueva familia, algo que siempre soñó el Andrés del pasado... sí, soñé con casarme y formar una familia... soñé con todo lo que mi familia me enseñó con su presencia, tengo la dicha y fortuna de tener una familia super unida, aunque yo a veces me porte super ingrato, si lo leen, lo siento... pero es que tengo mis momentos y creo que me es más fácil explayarme en un escrito que por persona, no sé por qué, pero es así. 

Bueno, no pensé regresar de esta forma, un poco diferente a tantas veces como escribí en el pasado, pero me siento feliz y debo admitir que soy muy feliz con la vida que tengo, con altibajos pero feliz al fin y al cabo. Hay muchos temas que quisiera retomar y que probablemente lo haga, han sido varios años y han pasado tantas cosas que escribiendo solo ahora se queda muy corto. Gracias si llegaste a leer hasta acá, me hace mucha ilusión escribir y que me lean, porque compartir las experiencias nos nutre más a todos. Un pequeño postdata, con lo que cuento, no quiero culpar a nadie sobre lo que he vivido, porque al final, soy yo quien toma sus propias decisiones (no muy buenas) y solo pedir lo siento, porque nadie debería venir a este mundo a sufrir y para adelante.

domingo, 3 de mayo de 2015

Pelis, paseos y pensamientos por doquier

He vuelto a desempolvar mi laptop, ya no para hacer trabajos universitarios o hacer un backup de las fotos de mi celular. Estoy escribiendo y es algo que extrañaba hacer. Pero si lo extrañaba tanto... ¿Por qué no volví a escribir mucho antes? La respuesta no la sé, asumo que no tenía la suficiente inspiración; sí, inspiración, porque anécdotas para contar tengo muchas.

Hoy ha sido un día de aquellos, aquellos que te recuerdan cómo puedes pasar de las risas a las lágrimas en tan sólo unos segundos. Extrañaba ver películas y hoy decidí ir al mercado de magdalena a buscar unas cuantas. Encontré un puesto que tenía las pelis por categorías y hacía promociones; no dude en bucear por las independientes, cómicas y dramáticas. Claro, me faltaron un montón de géneros más pero ya había alcanzado mi tope de compra semanal.

Ted, That awkward moment, Whiplash y The perks of being a wallflower. Son cuatro de las nueve películas que compré y que seleccioné de tal manera que cada una era mejor que la anterior. Reí, lloré, me sentí identificado, deje volar mi imaginación... pero sobretodo me divertí. Había olvidado el gusto que tenía por disfrutar de una buena película, bueno, en este caso, cuatro. 

Haré una excepción a mi manera de escribir, yo solía hacer mis entradas de tres párrafos pero por la cantidad de información e inspiración, creo que haré unas cuatro. Dejando de lado las pelis, durante el día salí tres veces al mercado de Magdalena. Amo vivir por el mercado, amo salir a caminar sin un rumbo fijo y ver a las personas, las calles y todo lo que sucede a mi alrededor. Creo que es una manera de distraerme y dejar de lado todos los pensamientos que rondan por mi cabeza. Te extraño papá, te extraño tanto.